La Canción del Día: Nutshell

Para D.

Para aquellos a los que nos tocó vivir la revolución grunge durante nuestra adolescencia; el movimiento musical surgido de Seattle y sus alrededores a principios de la década de los noventas del siglo XX, realmente significó un cambio radical en lo que predominantemente escuchábamos en ese entonces. En tan sólo cuestión de pocos meses, transitamos de Bon Jovi, Mötley Crüe, Skid Row, Poison y Warrant Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains y todas las bandas que se montaron en el vagón alternativo. 

Mucho ayudó la aparición de MTV Latinoamérica, cuyo inició transmisiones en octubre 1993, llevó hasta nuestras salas mucha de la mejor música grabada en el último cuarto de siglo; algo que antiguamente era sólo posible si tenías la suerte de conocer a alguien con una antena parabólica instalada en su casa. Gracias a esto, no tuvimos que esperar meses para escuchar discos ahora clásicos como In Utero, Vs., Siamese Dream, Pablo Honey, entre tantos otros que se lanzaron por aquella época.

A principios de 1994 Alice in Chains lanzó un EP con siete canciones titulado Jar of Flies, el cual se convirtió en un éxito inmediato gracias a los sencillos I Stay Away y No Excuses,  cuyos videos eran transmitidos día y noche. 

Si me preguntan, el mejor tema de Jar of Flies, es su segundo corte titulado Nutshell. Una canción impregnada de una obscura melancolía  cuya letra, claramente trata sobre la alienación que hacía presa de Layne Staley mientras libraba una dura batalla contra la adicción a la heroína que lo llevaría a la muerte en 2002.

La obsesión de mi mejor amigo con Nutshell era tal, que no bien acababa de comprar el CD, lo reclamó para sí en una especie de derecho de pernada, por lo que no volví a ver mi disco en unos cuanto meses. De acuerdo con sus propias palabras, cada noche programaba la canción en modo de repetición en la voluminosa grabadora gris que tenía en su cuarto, la misma que unos años atrás había servido para musicalizar el día que perdí mi virginidad.

Cuando el disco finalmente volvió a mis manos con la caja rajada y una calcomanía desprendida; ante el berrinche que monté, mi amigo tomó su copia de Zooropa que acababa de recibir de su novia y la intercambió por la mía dejándome sin argumento para continuar mi reclamo y con una canción que nunca dejará de gustarme.  Mientras escribo estas líneas, veinte años después, tengo a mi lado la caja y en mi estéreo, Nutshell suena una y otra vez.

Maridaje

Evidentemente posar la cabeza en tu almohada mientras Nutshell, en un loop infinito, te hace descender a un sueño apacible.

Puedes cantarla cuando tengas unos cuantos demonios por exorcizar.

 

3 comentarios en “La Canción del Día: Nutshell”

  1. NO MAMES. Qué chingón todo. Sí me acuerdo que te devolví el disco en estado lamentable, pero no me acuerdo del intercambio. ¿Cambiaste la cajita o sigue rota? Épica canción, épica reseña. Ajoi!

  2. ¡Ahajá! ¡Y 20 años después me entero de que la cajita del Zooropa que yo le regalé fue violentada!!!
    ¡Ay, mugres hombres!
    Qué bonito, Mau. Un regalo para David que en realidad es para todos.

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